• Playa Butihondo.
• Faro de la Entallada.
• La Antigua.
• Cuevas de Ajuy.
• Pájara.
• Mirador de Sicasumbre
• Mirador de La Pared.
• Morro Jable, Paseo comercial y costero Playa El Matorral

Carretera FV2 y luego empalmar con la FV4… ¡destino Faro de la Entallada Capitán!,
cogimos la misma carretera que el día anterior habíamos hecho para ir a las playas de Sotavento (FV2), en un tramo nos llamó la atención un cartel sobre un mirador, el cartel estaba hecho de manera rústica, daba la casualidad que la carretera estaba en obras de ampliación o reparación, por lo que aprovechamos y nos subimos por la ruta donde indicaba el mirador, nada más al llegar a la cima de la pequeña montaña se veía el mar al fondo, en su amplitud, bajamos y nos encontramos con la Playa Butihondo, espectacular playa con bancos de aves, lagunas de mar en medio de las arenas blancas, gente haciendo kitesurf, esta playa es continuación de la playa Sotavento que habíamos hecho el día anterior, en ese momento comprendimos que en marea baja se puede hacer un recorrido andando desde la Playa del Matorral hasta Costa Calma, unos 20 kilómetros. Por lo que nos prometimos volver en otro viaje para hacer ese recorrido andando por la playa y deleitarnos con esas vistas brutales de acantilados y playa.

La subida al Faro de la Entallada fue maravillosa con esos paisajes de montañas, mar, faro y acantilados. Fue construido entre los años cuarenta y principio de los cincuenta del siglo XX, está constituido por una torre cuadrangular de 11 metros de altura, sobre edificio de una planta.

Luego de maravillarnos con esas vistas, bajamos hasta el pueblo Las Playitas, ¡hay pueblos que pueden darte gratas sorpresas con solo un vistazo!, es el caso de este pueblo costero, pequeño, con sus casas blancas, vistas de la playa rocosa, gente bañándose; hicimos un alto en un bar para tomar yo una cañita y mi compañero de equipo el cafélito de rigor. Con la mente refrescada seguimos destino al pueblo La Antigua, retomamos la carretera FV2 y luego la FV50, pueblo típico canario, visitamos su iglesia Nstra. Sra. De la Antigua, construida en el año 1560, rodeada de un entorno de palmeras y casas canarias.

Seguimos camino a las cuevas de Ajuy, ubicada en el pequeño pueblo de Ajuy de unos 150 habitantes, y situado a unos 9,5 km de Pájara al que se accede por la carretera FV-621.El Monumento Natural de Ajuy, declarado en 1987, tiene una superficie de 31,8 hectáreas y se encuentra en la costa oeste de Fuerteventura.

Al entrar al pueblo nos encontramos con un parking, alrededor varios bares y restaurantes. Una playa de arena negra volcánica con un bote, nos da la bienvenida a tan pintoresco sitio. Está englobado en el Parque Rural de Betancuria, uno de los Espacios Naturales Protegidos de Fuerteventura.

Son cuevas naturales, que las coladas de lava han formado en los acantilados, algunos de 40 metros de altura. El recorrido, hasta llegar a las cuevas, se encuentra al final de la playa, en su extremo norte, junto a la desembocadura del barranco de Ajuy.El acceso comienza en una cómoda y amplia rampa de piedra, y se prolonga unos 1,5 Km. por unos impresionantes acantilados de 100 millones de años de antigüedad, uno de los pocos sitios donde pueden ser observadas estas rocas que pertenecen al cretácico y que han sido creadas en las profundidades marinas, las rocas más antiguas de toda Canarias, el llamado Complejo Basal en los que se pueden observar fósiles de gasterópodos marinos, formaciones rocosas, y sedimentos oceánicos ígneos y volcánicos que nos cuentan el origen y la formación de Fuerteventura hace más de 70 millones de años.

Visitar esta maravilla de formaciones rocosas en su conjunto con el mar, no tiene ningún costo; a las cuevas se puede acceder en marea baja, tuve la oportunidad de entrar en las cuevas, recomiendo que llevéis un buen calzado de montaña, pues para entrar a las cuevas es por caminos de piedras, se puede cruzar entre una cueva y otra pero escalando algunas rocas, por lo que es importante ir preparados; el esfuerzo vale la pena, las vistas de la furia del mar chocando con las rocas y ver esas formaciones son muy bonitas.

¡Momento del premio!, quedamos en uno de los bares del sitio a deleitarnos por una Sama (uno de los pescados canarios) a la espalda con Pimientos de Padrón, y quesos majoreros. Sin duda alguna, los pescados de canarias son exquisitos y los quesos de Fuerteventura ¡les va a encantar!

Hay mucho que ver aún, por lo que nos pusimos en marcha al pueblo de Pájara, carretera FV605. Cuando cogimos el ferry Armas para ir a Fuerteventura, vimos que había muchos militares, descendieron también en el puerto, con todos con sus vehículos militares; mi esposo como buen “cotilla” que es, le había preguntado en el ferry a uno de ellos donde iban, le contó que a Pájara para hacer ejercicios militares.

Cuando subíamos al pueblo de Pájara, no les voy a ocultar que mis ojos quedaron como platos al ver tanta belleza de montañas, como si fuera los paisajes de películas de las guerras del Golfo de Irak, la carretera cruza barrancos con unos colores increíbles; recomiendo que hagáis este recorrido de carretera, en el punto más alto se encuentra el Mirador Astronómico Sicasumbre, deteneos en ese sitio, ¡el paisaje del valle es brutal!, no olviden llevar un abrigo ligero para subir al mirador, el fuerte y frio viento es intenso, nosotros no lo llevamos y casi nos congelamos arriba, aun así disfrutamos de esas vistas. Ahora entendemos porque los militares venían a hacer ejercicios en la zona, es un buen lugar de entrenamiento, similar al territorio de la zona del golfo pérsico, árido, montañoso y frio por las noches.

Ya recuperados del frio en el coche con calefacción, ¡no os miento!, tuvimos que poner calefacción en el coche para recuperar temperatura corporal; nos dirigimos al mirador de La Pared, siguiendo carretera FV605, luego se entra en una carretera de tierra; un mirador en un acantilado de vértigo, con vistas maravillosas del mar, el momento que llegamos era el instante del atardecer por lo que pudimos ver un atardecer mágico en el sitio.

Volviendo a Morro Jable, por la carretera que cruza el Parque Natural de Jandía, admirando a nuestro paso El Jable en los costados de la carretera, es la zona donde están montañas de arena blanca como dunas.

Llegados al hotel, ducha y a recorrer la última noche en Morro Jable, conociendo su zona comercial, frente a la Playa el Matorral, se encuentra un Faro y un paseo costero, cruzando la avenida principal, se encuentra el paseo comercial, con tiendas, bares, restaurantes, es la zona turística de Jandía, coronamos la noche con unos gin tonic y a descansar.

• Mirador Las Peñitas, Mirador Morro Velosa
• Betancuria.
• La Oliva, Montaña de Tindaya.
• Villaverde.
• El Cotillo.
• Corralejo.

Hicimos un alto en el Mirador Las Peñitas, donde se divisaba todo el valle de Betancuria y los pueblos aledaños, Mirador de Morro Velosa fue el siguiente, quedándonos más maravillados aún de las vistas de las montañas desérticas, curiosamente crecen algunas flores y plantas en estas montañas.

El pueblo de Betancuria nos recibe con su afluencia de turistas alemanes que quedan maravillados por los paisajes canarios. Típicas casas con balcones canarios, jardines coloridos, palmeras, calles adoquinadas; Betancuria es el pueblo más colorido y animado de Fuerteventura, luego de un café, una cañita y a seguir marcha.

En el pueblo de Llanos de la Concepción, cogimos la carretera FV207, hasta llegar a FV10, pueblo La Oliva, pueblo famoso por la Casa de los Coroneles y la vista de la montaña sagrada Tindaya de fondo.

La Oliva, que fuera capital de Fuerteventura hasta 1880, fue el centro de la vida política y social de lo que son vivo testimonio las edificaciones señoriales, entre las que destaca no sólo sobre la arquitectura de la zona sino de la insular, la Casa de los Coroneles, excepcional ejemplo de arquitectura colonial. Fundada en 1650 por la familia Cabrera Bethancourt, cuyo escudo de armas todavía se contempla en el Pórtico de la fachada principal.

Denominada por los lugareños "Casa de la Marquesa", fue residencia de los jefes de las milicias majoreras así como su acuartelamiento. Todavía hoy se percibe en el entorno su carácter señorial e histórico, especialmente en su iglesia en la que se conserva un valiosísimo retablo de Juan de Miranda.

La montaña de Tindaya es considerada el monumento natural más emblemático de la isla de Fuerteventura. Tiene un especial interés histórico y arqueológico por la cantidad de grabados rupestres que alberga. Tindaya constituía un lugar sagrado para la población aborigende Fuerteventura, los majos, que esculpieron sobre ella más de 300 grabados con formas de pie o podomorfos. La mayoría de los podomorfos miran hacia el Teide (Tenerife) y hacia el Pico de las Nieves (Gran Canaria) que son, curiosamente, los puntos más elevados de estas dos islas.
Se cree que los podomorfos tienen relación directa con los astros. Tindaya podría ser un gran reloj astronómico a través del cual podrían determinar los solsticios y las fases lunares; sería un lugar mágico para la población prehispánica, en definitiva, un lugar de culto, un templo, un lugar sagrado y único donde realizaban rituales y prácticas de carácter mágico.

Como ves, todo lo que envuelve a Tindaya está rodeado por un halo que solo se puede sentir cuando se visita. Existen proyectos para que la montaña pueda ser visitada, pero hasta el momento de esta nota, aún no se puede visitar.

Continuamos con el pueblo de Villaverde, municipio de La Oliva, nos encontramos con un molino de gofio antiguo, a su alrededor en un descampado los arbustos de la zona tenían incrustados de manera curiosa unas conchitas de mar o caracoles, hasta hoy día tengo la curiosidad de esas conchitas incrustadas en las ramas de esos arbustos.

Retomamos carretera FV10, hasta llegar al pueblo El Cotillo, pueblo pequeño costero, salvaje, sus playas algunas rodeadas de arena blanca y otras playas agrestes, tomamos una carretera de tierra bordeando el mar, en verdad, agradecemos la resistencia de los coches de alquiler de Cicar, aguantaron esta carretera totalmente salvaje, rocas, cabras en los costados y gente haciendo kitesurf en las bravas olas.

Después de sentirnos como que estábamos en un vehículo cuatro por cuatro, constatar que nuestros órganos vitales estaban en su sitio, llegamos a Corralejo. Ahí, ruidosa, descontrolada, con un mundo de gente nos recibía. Hicimos el cheking correspondiente en el Hotel The Corralejo Beach, https://www.corralejobeach.com/ al chico que nos atendió en el hotel le comentamos que queríamos visitar la Isla de Lobos, nos recomendó ir a los kioskos que están en el puerto para ver si tenemos suerte y podemos conseguir los tickets, pues, nos informó que se debe sacar permiso con antelación para visitarla.

Buscamos primero un sitio para comer porque estábamos famélicos, por la hora, (17hs.), que llegamos a Corralejo, y viendo las opciones gastronómicas del pueblo que es turística, diría que es uno de los pueblos más turísticos de Fuerteventura, en esta ocasión no nos quedó otra que quedarnos en un lugar turístico, por lo que optamos por una sana y deliciosa ensalada típica canaria con millo, y unas gambas a la plancha, estaban muy ricas, ¡para el hambre que teníamos!
¡Con la barriguita llena, y el corazón contento!; a metros del paseo marítimo, se encuentra el puerto donde están varios kioskos de venta de tickets para visitar la Isla de Lobos, de este puerto parten los barcos para la Isla de Lobos y también para Puerto de Playa del Carmen de la Isla de Lanzarote, que está a solo unos kilómetros, tuvimos suerte y compramos los tickets para ir a la Isla de Lobos al día siguiente.

Luego de un descanso de unas dos horas, tomamos las calles internas de pueblo costero de Corralejo, paseando sus playas, su paseo marítimo inundando de bares de copas, restaurantes, tiendas de juguetes playeros como los inflables, nos topamos con un mundo de turistas y gente local que celebraban los últimos días de carnaval, todas las calles del pueblo y el paseo marítimo era color, música, alegría, ¡vamos, todas las calles era una fiesta!

Si vais a Corralejo os recomiendo que paséis por el Bar Piano de Cola, http://elpianodecolafuer.es/ excelente música en vivo, todas las noches de lunes a sábados, ¡las mejores copas!, ambientado como si fuera el gran salón de una casa, con muebles y objetos cotidianos, como libros antiguos, instrumentos musicales, cuadros, un gran salón de encuentro de amigos para compartir una copa y buena música. Terminamos el día con muy buena música, excelente compañía de nuevos amigos, conocimos a dos parejas de ingleses muy amables, además del reencuentro de mi compañero de equipo con un amigo de años.